Existen diversas causas detrás de la pérdida de cabello. Puede desarrollarse por desajustes hormonales, tener un origen psicológico, autoinmune/inflamatorio o, incluso, ser fruto de una alimentación deficiente, ciertas medicaciones o situaciones graves de estrés.
En este artículo nos centraremos en el factor genético como causa de la alopecia y resolveremos dudas muy extendidas sobre su influencia no solo en quienes la padecen, sino también en sus descendientes. ¡No te lo pierdas!
Tabla de contenidos
¿Qué causa la alopecia androgenética?
La androgenética es el tipo de alopecia más común. Es de origen genético a través de un proceso hormonal que provoca la pérdida del cabello. Concretamente, por acción de una encima se produce la transformación de parte de la testosterona en DHT en algunas áreas del cuero cabelludo predispuestas genéticamente. Esta DHT provoca que los folículos pilosos en estas zonas disminuyan su actividad y se atrofien progresivamente, hasta llegar a la pérdida del pelo.
Con la alopecia androgenética se describen dos patrones de pérdida de cabello. Por un lado, el patrón masculino en el que los folículos debilitados se localizan en la parte superior de la cabeza, comenzando por la coronilla, las entradas o manifestándose de manera difusa. Por otro lado, el patrón femenino se caracteriza por la pérdida de densidad en la parte superior del cuero cabelludo, de forma difuminada.
¿Qué probabilidad existe de que herede la predisposición genética a la pérdida de cabello?
Se estima que el 60% de los hombres y el 25% de las mujeres padecerán alopecia androgenética. Esta afección incide en gran medida en la salud psicosocial. Debido al mayor impacto de la alopecia androgenética en hombres que en mujeres, la mayoría de los estudios científicos sobre el tema se centran en el sesgo masculino.
Estudios que identifican las variantes genéticas relacionadas con la alopecia
Existen numerosos estudios científicos que intentan determinar las variantes genéticas detrás de la alopecia para favorecer su detección temprana. Uno de los más recientes y que en su momento se viralizó en Internet fue el estudio publicado en 2017 Genetic prediction of male pattern baldness, realizado por un equipo del Centro de Medicina Genética y Experimental de la Universidad de Edimburgo.
En esta investigación se analizaba el ADN de la muestra más amplia en este tipo de estudios hasta la fecha: 52.000 hombres con edades entre los 40 y los 69 años. El objetivo del estudio era predecir el riesgo de alopecia en cada uno bajo la premisa de que la alopecia de patrón masculino afecta aproximadamente al 80% de los hombres a la edad de 80 años.
El dato del estudio que más se popularizó entre la prensa fue la detección de 287 genes que provocaban la calvicie, proporcionándole especial atención a su relación con el cromosoma X, heredado de nuestras madres. Desde entonces han proliferado artículos del estilo “La alopecia se hereda de las madres”, aunque es esencial comprender la complejidad del fenómeno y evitar conclusiones simplistas.
Según este trabajo, el cromosoma X es influyente, pero decir que solo depende de este es una afirmación inexacta, teniendo en cuenta que solo 40 de los genes 287 detectados en el estudio de la Universidad de Edinburgo se asocian al cromosoma X —el resto de los 247 genes se ubican en autosomas (cromosomas no sexuales) independientes—. Lo que confirma el estudio es que la alopecia androgenética de patrón masculino se debe a una herencia poligenética y abre la puerta a nuevos estudios en base a los resultados obtenidos.
Aunque, sin duda, es necesario seguir investigando para determinar nuevos tratamientos y formas de detección de la alopecia, lo cierto es que los exámenes genéticos pueden ayudar a determinar la probabilidad de los pacientes para padecer problemas de pérdida de cabello. Si no es posible y en tu familia existen antecedentes de alopecia, lo mejor es tener esta información en cuenta y, si detectas una pérdida anormal de cabello, acudir a profesionales en medicina capilar para obtener un diagnóstico lo antes posible.
Cómo influyen otros factores genéticos y hormonales en la alopecia androgenética
Si bien los factores genéticos y hormonales son fundamentales, otros aspectos del estilo de vida y el entorno pueden influir en la alopecia androgenética. Por ejemplo, el estrés crónico, una mala alimentación o ciertas enfermedades pueden afectar la salud del cabello y acelerar la pérdida en personas genéticamente susceptibles.
¿Puedo evitar o revertir el proceso? ¿De qué forma?
La alopecia androgenética no se puede solucionar definitivamente, sino que los tratamientos en torno a ella se centran en recuperar la densidad:
- Minoxidil: este principio activo se administra de forma tópica u oral para engrosar el cabello.
- Finasterida: este fármaco inhibe la transformación de la testosterona en la dihidrotestosterona o DHT (un andrógeno), evitando la pérdida de cabello androgenética.
- Mesoterapia capilar: una infiltración mediante microinyecciones de una combinación de componentes directamente en el cuero cabelludo para estimular el crecimiento del pelo y aumentar el grosor y la densidad.
- FUE con Zafiro: esta técnica de injerto capilar es mínimamente invasiva y produce resultados tan naturales como efectivos.
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