
¿Te has preguntado por qué tu cabello ya no se ve como antes? ¿Lo notas más fino, quebradizo o con zonas donde ya no crece igual? En este artículo, el Dr. Luciano Montini, director de Medicina Capilar en Clínica Keller, aclara cuál es la relación real entre las vitaminas y la salud del cabello.
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Las vitaminas son esenciales para tu cabello
La salud capilar depende en gran medida de un buen aporte de nutrientes, y las vitaminas desempeñan un papel clave en este proceso. Según el Dr. Montini, las que más influyen en el crecimiento capilar son:
- Vitaminas del grupo B, especialmente la biotina (B7): fundamental en la producción de queratina, la proteína que forma el pelo.
- Provitamina B5 (pantenol): mejora la estructura y la elasticidad del cabello.
- Vitaminas A y C: contribuyen a mantener los tejidos capilares en buen estado y combaten el daño oxidativo.
- Vitamina D: su déficit puede afectar negativamente el ciclo de crecimiento del cabello.
¿Y si tu cuerpo no recibe los nutrientes que necesita?
El Dr. Montini explica que la falta de vitaminas puede desencadenar distintos tipos de alopecia, y sus efectos no son solo estéticos. Algunas manifestaciones comunes incluyen:
- Caída difusa, conocida como efluvio telógeno.
- Cabello más fino y débil.
- Pérdida de volumen y brillo.
- Mayor facilidad para quebrarse.
Es decir, no solo se pierde cantidad, sino que también afecta a la calidad del cabello. Muchas veces, esto es lo primero que notarás al mirarte al espejo.
La analítica: el punto de partida
Uno de los errores más frecuentes es automedicarse con suplementos sin saber si realmente son necesarios. “La única forma de detectar una deficiencia vitamínica relacionada con la caída del cabello es mediante un análisis de sangre”, afirma el Dr. Montini.
Algunos déficits severos pueden manifestarse también en la piel o las uñas, pero sin una analítica no hay certeza, y sin certeza, no hay tratamiento eficaz.
¿Los suplementos pueden frenar o revertir la caída?
Sí, pero con un gran “depende”. Cuando la causa de la caída es un déficit vitamínico comprobado, normalizar los niveles puede revertir el proceso. Pero si la alopecia es de origen hormonal, genético o autoinmune, los suplementos no detendrán el daño por sí solos.
La impaciencia es el enemigo número uno en salud capilar. Según el Dr. Montini, los suplementos vitamínicos comienzan a mostrar resultados entre tres y cuatro meses después de iniciar el tratamiento. “El cabello nuevo y más fuerte nace desde el folículo, y eso requiere un ciclo completo para emerger y hacerse visible. La clave aquí es la constancia. Es importante tener en cuenta que las vitaminas solo son útiles en las alopecias provocadas por deficiencias nutricionales. En casos como la alopecia androgenética, los tratamientos deben ser específicos”, detalla.
Vitaminas sí, pero en su justa dosis
No todas las vitaminas se comportan igual. Algunas, como la C, se eliminan fácilmente. Otras, como la A o la D, pueden acumularse y provocar efectos adversos si se toman en exceso. Por eso, aunque muchos suplementos se vendan sin receta, nuestro director médico insiste en que siempre deben tomarse bajo supervisión médica.
Alimentación, tu primera línea de defensa
Aunque no existen alimentos que detengan la caída del cabello por sí solos. Es importante seguir una dieta variada, rica en frutas y verduras, ya que ayuda a mantener el cabello fuerte y sano.
En cambio, las dietas restrictivas o desequilibradas pueden tener el efecto contrario. Excluir grupos alimenticios importantes afecta no solo al peso o la energía, sino también a la salud capilar. De hecho, muchos casos de caída difusa están relacionados con efluvios provocados por cambios en la dieta.
¿Individuales o combinados? Así debes elegir tus suplementos
Un consejo práctico: elige siempre formulaciones combinadas, salvo que tu médico te indique lo contrario. “La célula folicular necesita varios elementos al mismo tiempo para producir queratina, la proteína del cabello. Por eso, los suplementos capilares suelen incluir biotina, cistina y oligoelementos en conjunto”, explica Montini.
¿Si tomo vitaminas conseguiré frenar la caída?
Depende. Si se debe únicamente a una carencia nutricional, los suplementos pueden ser suficientes. Sin embargo, en la mayoría de los casos (como la alopecia androgenética o de origen mixto), suele ser necesario tratamientos tópicos, orales o incluso valorar opciones como la mesoterapia capilar o un implante.
Suplementos bajo control
Tomar vitaminas por cuenta propia puede parecer inofensivo, pero no lo es. “Hay vitaminas que, en exceso, pueden causar problemas de salud. Por eso, aunque sean de venta libre, es necesario que un médico supervise su uso”, advierte el Dr. Montini.
Automedicarse no solo puede ser ineficaz: también puede poner en riesgo tu salud general. La clave está en diagnosticar primero y actuar después, no al revés.
Si tu cabello habla, actúa
El cabello es, con frecuencia, uno de los primeros tejidos en reflejar alteraciones internas. Cambios en su textura, grosor o densidad pueden ser señales tempranas de deficiencias nutricionales u otros desequilibrios.
Frente a estos signos, lo más adecuado es acudir a un especialista. Solo una evaluación médica completa puede identificar la causa real y definir el tratamiento correcto: desde ajustes nutricionales hasta terapias avanzadas.
En Clínica Keller, abordamos la salud capilar de forma integral, con un diagnóstico personalizado, tratamiento médico y seguimiento continuo. Porque cuidar tu cabello es también cuidar tu salud.


